jueves, 4 de marzo de 2010

EL SONIDO DEL MUNDO

Hay veces
en que el mundo
se reduce
a una simple
onomatopeya:

tic
tac
tic
tac
tic
tac
tic
tac…

Pero por suerte
o por desgracia
este poema
no tiene efectos
de sonido.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Consumismo

El consumo es un proceso de intercambio mercantil relacionado con el volumen de demanda, ello conlleva una actividad económica.

El consumo ofrece ciertos valores abstractos para satisfacer las necesidades humanas, tales como: necesidades fisiológicas, necesidades relacionadas con la seguridad, necesidades posesivas y de amor (relacionado con las relaciones afectivas), necesidades de estima personal o auto- precio y finalmente necesidades de auto- desarrollo o realización.

La sociedad de consumo de masas es la idealización de los países capitalistas, con ayuda de esto, estos países ocultan conflictos, desigualdades y dominaciones en que realmente se basa la explotación (nacional e internacional) de que se sirve para conseguir abundancia. El consumo como dimensión política capitalismo y globalización.

Esta sociedad, está muy influenciada por los medios de comunicación, que no solo son los mediadores de la cultura de consumo, si no que ayudan a crear las identidades colectivas, y grandes diferencias sociales, ya que toda información anunciada en estos medios de comunicación de masas influencian sobre todos los individuos y crean un vínculo entre el enunciador y el destinatario. Por ello, como individuos, tenemos que hacer frente y estar al tanto de la manipulación que la publicidad es capaz de llevar a cabo. Pensando que todo lo que vemos está modificado, trastocado y manipulado para vendernos una gran mentira, una sociedad, personas… ideales, vendernos la idea, absurda de desear ser como el producto que nos venden. Al fin y al cabo en las sociedades occidentales actuales el consumo es un eje fundamental, que articula no solo la producción si no también la reproducción social.

Así pues, el consumo es un hecho social, una realidad objetiva y material. Que depende de los sentidos y valores que otorguen cada grupo social a los objetos y las actividades de consumo que realizan. Actualmente dedicamos gran parte de nuestros recursos económicos, temporales, emocionales a consumir. En su mayoría consumo de productos innecesarios o con poco uso funcional. Donde prima ante todo, la preocupación por pagar artículos de buena calidad con marcas de confianza.
Para ello, se crearon los centros comerciales como centros de acumulación económica, en definitiva un nuevo espíritu capitalista. Es un espacio artificial despersonalizado y perfectamente articulado. Un gran laberinto repleto de colores, señales, marcas y estímulos sonoros. Donde prima la sensación de libertad de movimiento, de seguridad. Asociado a la compra compulsiva, la facilidad de pago con dinero de plástico, ocio y juego. Es curioso comprobar el carácter familiar que se respira, es uno de los pocos lugares donde las familias permanecen unidas.
Debemos hacer frente a esta idea, en gran medida impuesta, por una sociedad capitalista y por la globalización.

Debemos de crear un debate social, presentando nuevas alternativas de vida, nuevas y saludables maneras de consumir. Alternativas como el comercio justo, consumo responsable, el comercio de reciclados, el dowsshifthig, el desarrollo sostenible. Donde la base sea el autocontrol, la sabiduría de la ciudadanía de consumo.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Corte ingles

En 1963, “ El Corte Inglés”, presentó su nueva colección, cediendo sus escaparates a seis artistas españoles, ya fallecidos: César Manrique, Manolo Millares, Manuel Ribera, Gerardo Rueda, Eusebio Sempere y Pablo Serrano. En ninguna de las 6 intervenciones se anuncio las marcas. El testimonio que queda son una muestra fotográfica.

“ Entre el arte efímero-pocas cosas más efímeras, por definición, que un escaparate: al servicio del comercio, de la moda, de la publicidad-, y el gran arte, las seis propuestas reunidas entonces, y felizmente reconstruidas ahora facsimilarmente, obviamente con la misma vocación efímera, dibujaban entre todas una instantánea de aquel Madrid, en aquel preciso momento de marzo de 1963.”
La intervención fue plenamente artística y sin carácter comercial alguno
Iniciativa fue promovida por el corte ingles, dirigida por Ramón Araces

Escaparates:

Manolo Millares:

Llamado “125”. Se trataba de veinticuatro abollados bidones, dieciocho en sentido horizontal y seis en sentido vertical. Quince de ellos mostraban colgadas en su interior, unas alpargatas negras

Gerardo Rueda: Escaparate en rojos.

Titulado: “Escaparate en rojos” en el que se veía unos torsos de maniquís colgados del techo. Unas cabezas y unos paraguas, iluminados mediante focos rojizos.

Manuel Rivera

Un escaparate proyección a escala más amplia de cualquiera de sus cuadros. Realizado no mediante malla metálica, el material favorito del artista, si no con un tejido, un tul, que emulaba dicha calidad

Pablo Serrano

Un brazo de esqueleto “salía” desde el escaparate, “trepando” hacia la fachada exterior mediante un logrado efecto visual de ruptura desde el interior del escaparate. Allí se alojaba una escultura de Serrano realizada con un globo terráqueo cuyo interior iluminado mostraba un guante de goma que se hinchaba y deshinchaba.

Cesar Manrique:

En un ambiente negro, giraban, en apariencia aleatoria un móvil formado con tiras verdes y rojas, trenzadas, iluminadas con luz negra.


jueves, 18 de febrero de 2010

Story of stuff

Buceando en internet, encontré esta página. Son unos videos “documentales”. El que más me interesa es el titulado: story of stuff. En él se cuenta el proceso desde que se produce un producto hasta que llega a un centro comercial y se vende.

Intenté colgar el video… pero no lo logro… lo siento.

Paso el link de la página oficial:
www.storyofstuff.com

Y los link del video (doblado) de youtube: (está dividido en tres partes).
http://www.youtube.com/watch?v=5BSmAmQ3SDM&feature=PlayList&p=E160BA2676FFBC2A&index=0&playnext=1
EL ARTE DE LA ERA DEL CONSUMO

La edad de la ansiedad:
el tiempo de los nervios rotos.
Caminamos hacia el fin
como comediantes por una cuerda floja
que se deshilacha por momentos.
Debajo de nosotros,
el patio interior
de un centro comercial.
Contemple el espectáculo mientras compra.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Oportunidades

Camino por el tejado
del certro comercial.

Lo tienen montado como un jardín.

Plantas por aquí y por allá.
Flores, enredaderas, incluso
árboles pequeños, entre los que se abren
veredas bordeadas de muros bajos en los que se demoran quinceañeros
riéndose y fumando, bebiendo,
contando chistes malos, soltando risotadas.

Al fondo hay una capa
con un gran cartel a la entrada:
OPORTUNIDADES

Entro y me doy uan vuelta.

Abrigos de la pasada temporada,
demasiado grandes o pequeños,
o con rotos, o manchas.

Y el precio sigue siendo prohibitivo.

Zapatos huérfanos y viudos,
del 45 y del 46. De una cutrez
indescritible. Polos. Jerséis.
Bolsos, sujetadores.

Unas chicas andan revolviendo
entre las camisetas

Me pruebo una gabardina.
No es mi estilo.
Cuesta diez napos y no tiene pinta
de valer ni para un baile de disfraces.
La vuelvo a colocar en el perchero.

Salgo de la carpa
y cruzo de nuevo el tejado.

Un grupo de adolescentes
posiblemente emporrados
que ya antes habían emitido comentarios
vuelven a soltar la gracia cuando paso:

<<>>.

Ah, Dios.

Un día de éstos
alguien va a acertar con nosotros
y nos vamos a llevar una sorpresa.

martes, 9 de febrero de 2010

Statement

Vivimos en un mundo y en un país consumista. Y quizás sea esta la mejor época para darnos cuenta de este movimiento social, del que ninguno escapamos.

Partiendo de esta idea, de consumismo, de sociedad consumista, de venta, de escaparate, de gente, dinero, más gente, de arte y de lo triste que puede llegar a ser el ser humano si no posee todas las cosas y materiales y no materiales. Se me ocurrieron dos ideas fundamentales:

La primera idea y quizás más complicada de realizar es: conseguir un escaparate en una tienda en una zona transitada y de sobra conocida. Este escaparate, taparlo casi por completo, dejando únicamente un agujero por donde ver el interior. Por fuera y para llamar la atención a la gente, para que ésta se asome a mirar, a descubrir el interior, dibujar una mirilla o una cerradura de una puerta. En el interior, colgaría del aire una regadera vestida con una camisa de hombre y un collar de mujer. Del interior de la regadera, saldría una masa, parecida al agua, que choca y se desparrama por el suelo. En esa caída que se visualizara derretida una moneda de euro.

La segunda idea y quizás más sencilla de realizar es: conseguir un cubo de basura, de los normales naranjas. Que de él, salga un calidoscopio a partir del cual se mire al interior y se vea la misma representación arriba mencionada. La segunda parte de esta última versión es pasearme con el cubo por las calles del centro de Madrid “vendiendo” mi arte, mi idea, mi pensamiento.

La imagen de la masa moviéndose al mismo son, rebuscando entre la ropa, como podrían hacer en otros países rebuscando entre la basura para encontrar el mejor artículo para sobrevivir, es un tanto curioso. Y por otro lado encontramos la idea de comercio, de comercio artístico. Al fin y al cabo el mundo se mueve por dinero, y el arte no se queda atrás, de especulación, valoración y desvalorización económica, social y cultural.